Una true story

Riiiiiing riiiiiing ...
x1: ¿Sí? Dime ...
x2: Hola, si te paso un documento, ¿podrías sacarme una línea que me aparece debajo del texto? -claro, ¿qué mejor que el departamento de diseño para realizar tal tarea?!
x1: sí, faltaría ...

Un minuto más tarde ... Blup! Llega a la bandeja de entrada de x1 un correo de x2 con un archivo adjunto. Dicho archivo, un documento de word (.doc), sólo tenía escrito una dirección URL ... no entremos en detalles ... pero no había indicios de línea alguna ...

Riiiiiing riiiiiing ...
x2: ¿sí?
x1: oye que yo no veo ninguna línea ... ?!
x2: ¿cómo que no? ... -transcurre un tiempo en el que se puede deducir que x2 abrió el documento de nuevo- ... ¡qué si! que yo la veo ...
x1: ... mmm ... a ver, ¿no será que te aparece una línea de enlace?
x2: noooooo -dice x2 con tono de ofendido.
x1: pues no sé, yo no veo nada ... espera que bajo ...

Un minuto más tarde, en la mesa de x2 ...
x1: a ver ... ¿puedes abrir el documento?

... pues sí, resultó ser cierto, había una línea subrayando el texto, una línea roja ondulada ... y se hizo el silencio ...