Dublin 03/31

VOLVEMOS A LA TIERRA, VOLVEMOS A EMPEZAR ...

Después de dar vueltas por los mundos, hemos vuelto a la Tierra ... hemos vuelto al buen tiempo (¡eso sí!), pero hemos vuelto a la rutina ...

Dejamos atrás la puntualidad de Ryan Air, el taxista cachondo que nos puso sobre aviso sobre nuestra elección de hostal, el Rainbow hostel (¿qué no decir del Rainbow?!), de donde tuvimos que huir ... su recepcionista yonki, el nórdico de Take That con el que durmió Vane, sus 14 huéspedes peculiares con los que compartíamos habitación (cabe destacar el que miraba fijamente una pared lisa de color rojo anaranjado, la del nórdico de tigresa que aun debe estar durmiendo -¿estará viva?- y el que llegó pasadas las 5 de la mañana y le daba por chillar -hay quien dice- entre pajilla y pajilla ... juas!) ... Dejamos atrás también la ruta de la primera noche buscando hostal alternativo hasta las 4 de la mañana ... y así fuimos a parar al Gangster's Paradise (centro de reunión de la mafia polaca). Dejamoslo atrás también, al hostal, a la cerveza polaca por 2€, a la cama de matrimonio (en la que dormí yo: gracias Jordi y Meri), que me levanten a las 9 (¡Hazlo tú!) y a la simpática recepcionista "Miss Piercing Mostacho" ... Generalizando, dejamos atrás la simpatía de todos los dublineses (sobretodo la de ellas), el ambiente de resaca que se puede respirar en cada esquina de la ciudad ... Dejamos atrás el tiempo loco, ahora it's raining, ahora it's sunny, ahora it's raining again ... Dejamos atrás el sonido de los semáforos (aunque yo conseguí llevarmelo conmigo). Dejamos atrás las patatas (siempre ponen patatas), los sandwiches, los crepes, los dinner y el camarero que odia los mushrooms, el italiano que reconocía el acento geronés, el Irish Breakfast (¡sin colesterol!), el caffelattepool, la Guinness, la Stella Artois y la birra en general ... Dejamos atrás el Temple Bar y sus gentes (los músicos en directo, la escocesa que nos pidió una ronda, el amante de las gafas de Meri, el dublinés salido y el que se repetía), todos esos pubs, el Bar Coors, el Barça-Madrid entre compatriotas, el amigo del Casino (¡I think I go home!), los vestiditos de kelly (hola, quisiera el vestido más feo que tengas en la tienda, gracias ... eso sí: gracias!). Dejamos atrás salir a fumar a la calle, como tan bien hacían Raquel y Vane y la petarda del Pravda Bar ... Oh! Y dejamos atrás también al chino de la barra del Pravda Bar y los del primer typical Chinese Pub. Dejamos atrás las módicas entradas a los monumentos más destacados de la ciudad: Kilmahaon Goal, St. Patrick's, Guinness' Storehouse ... dejamos atrás no coincidir ni con las fechas ni con los horarios. Y cuando coincidimos, dormirnos en un tour! Dejamos atrás las paseadas arriba y abajo por la O'Connell Street. Dejamos atrás el bus 123 y pagar doble en el autobús! Dejamos atrás los barridos (ya os podéis reír de mi, pero todos a copiar!), las fotos en grupo y sin fondo (¿se sabrá que son en Dublin?) ... Dejamos atrás los pescadores de Howth, sus dos horas de subir montañas y bajar acantilados (¡Warning! Dangerous cliffs), sus campos de golf con sus golfistas, el excursionista feliz ... y sobretodo el autostopero saxofonista (nos salvó la vida ... si más no, la salud). Terminemoslo ... dejamos atrás las camisetas de Jordi que allí no pasarían desapercibidas. Dejamos atrás las tiendas de souvenirs de gran nivel ... Dejamos atrás la música celta y a como tocan la gaita (the celtic pipe) ... Dejamos atrás l'angúnia, el neguit ... jeje.

Por si me dejo algo ... Dejamos atrás 5 grandes días entre 5 grandes personas! A qué si?!